Si estáis a punto de comprar un coche, debéis de estar seguros por cual os decantáis, yo os recomiendo SEAT. Esta marca de coches española os proporcionará grandes momentos de emoción y os despertará vuestro lado más salvaje.
Yo en Junio del 2006 me hice con un maravilloso SEAT Leon 1.9 TDI color negro. Son indescriptibles las sensaciones de conducir una máquina así. Ya al mes de comprarlo noté que no era un coche como los demás, era como parte de mí, tanto que comencé a notar sus maravillosas vibraciones al llegar la aguja a los 110km/h. Era como si el coche me sacudiera al llegar a esa velocidad, como si me quisiera envolver en sus preciosos tirones...que emoción. No obstante, llegó a ser un poco molesto, así que en el servicio técnico lo ajustaron un poco para quitarle esos movimientos que me arrastraban a la perdición.
Desde ese momento, pasaba el tiempo y todo era un poco más aburrido, es como si el maravilloso Leon se hubiera enfadado por haber puesto tierra de por medio entre nosotros dos al decirle que no me diera esos tironcillos. Cada revisión a su tiempo para tenerlo sano y poco más. Pero como ya se sabe, dos grandes amigos siempre vuelven a sus andadas. Y así fue, hasta que un par de años después, en un día normal, monótono como solía ser, mi querido Seat Leon me dió otra gran alegría. Esta vez fue a lo grande, rompiéndose el embrague. Fue brutal la sensación, única. Según me comentaron después, todo esto fue por mi mala manera de conducir, pues debía de ir pisando el embrague en todo momento, por lo que provoqué esa reacción en mi coche.
Pasó el tiempo otra vez y mi querido Leon, con embrague nuevo y con un coste de 1200 € (no entra en la garantía) estaba triste, le notaba que no era él, no me daba esas alegrías. Pero claro, a los dos años, otra vez, le vinieron su sansias de protagonismo, llamando mi atención de la mejor manera que sabía, rompiendo su cambio de marchas. Guau! que subida de adrenalina, que rugido! ahí estaba yo, con mi querido Leon en medio de la carretera, los dos juntos de nuevo, viviendo experiencia inigualables. Mereció la pena vivir esta experiencia por la módica cantidad de 2000 €, ya que se habían pasado los dosaños de garantía.
Yo en Junio del 2006 me hice con un maravilloso SEAT Leon 1.9 TDI color negro. Son indescriptibles las sensaciones de conducir una máquina así. Ya al mes de comprarlo noté que no era un coche como los demás, era como parte de mí, tanto que comencé a notar sus maravillosas vibraciones al llegar la aguja a los 110km/h. Era como si el coche me sacudiera al llegar a esa velocidad, como si me quisiera envolver en sus preciosos tirones...que emoción. No obstante, llegó a ser un poco molesto, así que en el servicio técnico lo ajustaron un poco para quitarle esos movimientos que me arrastraban a la perdición.
Desde ese momento, pasaba el tiempo y todo era un poco más aburrido, es como si el maravilloso Leon se hubiera enfadado por haber puesto tierra de por medio entre nosotros dos al decirle que no me diera esos tironcillos. Cada revisión a su tiempo para tenerlo sano y poco más. Pero como ya se sabe, dos grandes amigos siempre vuelven a sus andadas. Y así fue, hasta que un par de años después, en un día normal, monótono como solía ser, mi querido Seat Leon me dió otra gran alegría. Esta vez fue a lo grande, rompiéndose el embrague. Fue brutal la sensación, única. Según me comentaron después, todo esto fue por mi mala manera de conducir, pues debía de ir pisando el embrague en todo momento, por lo que provoqué esa reacción en mi coche.
Pasó el tiempo otra vez y mi querido Leon, con embrague nuevo y con un coste de 1200 € (no entra en la garantía) estaba triste, le notaba que no era él, no me daba esas alegrías. Pero claro, a los dos años, otra vez, le vinieron su sansias de protagonismo, llamando mi atención de la mejor manera que sabía, rompiendo su cambio de marchas. Guau! que subida de adrenalina, que rugido! ahí estaba yo, con mi querido Leon en medio de la carretera, los dos juntos de nuevo, viviendo experiencia inigualables. Mereció la pena vivir esta experiencia por la módica cantidad de 2000 €, ya que se habían pasado los dosaños de garantía.
Estaba deseando volverlo a conducir, deseando que saliera del taller donde le estaban realizando esa operación de cambiode marchas. Llegó de nuevo a mis manos. Los dos juntos, compenetrados. Pero esta vez el Leoncito no quería dejarme tanto tiempo, como las anteriores veces, sin vivir experiencias extremas y ahí estaba, al mes de salir del taller, por la autopista a 100 km/h, rugiendo, comiéndose la carretera, cuando me regaló el mejor momento de nuestra relación, parándose en medio de la autopista, a esa velocidad, dándome a mi todo el control. Uff, inexplicable manejar esa bestia sin control hasta el arcén, sin poder arrancarlo, que maravilla! os lo recomiendo. No me quedó otra que llevarlo al taller, para que me lo pusieran en marcha, con la fe de poder disfrutar de nuevos momentos, pero esta vez, había sido la definitiva, mi querido coche ya se quería retirar de la mala vida, y no había mejor manera que a lo grande, regalándome la mejor sensación que un conductor pueda tener jamás: desintegrando una válvula y dañando el pistón, o lo que es lo mismo, motor roto! sin palabras...
Así que hasta aquí, han llegados nuestros caminos. Siempre me acordaré de este magnífico coche, de los grandes momentos vividos, de las emociones que me ha trasmitido. Pero siempre lo recordaré, lo recomendaré. SEAT es una gran marca, un maravilloso fabricantes de coches. No elijáis coches que os den una vida monótono, decantaros por SEAT, tendréis emoción. Rugiréis a diario.
JODER, CON EL VIAJE! Me estoy quedando de piedra, palabra. Cómo estáis, tesoros? Me encantan las fotos, me encantan, me encantan, ME ENCANTAN! Nos tenéis que contar con pelos y señales, todo. UN BESO GIGANTEEEE.
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